Soy fumador, empedernido no, pero fumador. Extraña manera de inicar un artículo, más en estos tiempos de caza de fumadores, con dicha declaración de intenciones. Pero no les quiero rebatir el hecho de elección sobre fumar o no fumar (cada vez se respeta menos esa elección individual y propia); les quiero hablar de algo que habrán visto en los periódicos, el PSOE con sus aires de modernidad y socialismo (el tercer demonio del siglo XX, como la gente prefiere que el todopoderoso Estado se interfiera en sus vidas...), ha encontrado la receta mágica del cuento de las hadas contra la crisis: subir el impuesto del tabaco. Gran idea, semanas y semanas hubo de reunirse el gobierno para dar con una medida tan efectiva, tan equitativa, que aboga tanto por la libertad individual y que lo hace por los ciudadanos, no para recaudar dinero, no, eso es una medida por nuestro bien, por el bien de los ciudadanos, y es que como no podemos decidir por nosotros mismos, siempre estara nuestro querido estado paternalista (tal como en China, oiganlo, tal como suena) para decidir por nosotros. LLegué a leer, en un periódico, que dicha medida es sobre todo por la salud, no no es por querer recaudar dinero, porque no hay ni un duro para repartir entre las comunidades y por ello les dan mas capacidad de endeudarse ( perfecto, perfecto, perfecto, el mismo problema que nos ha llevado a esta "crisis" lo queremos utilizar para salir de ella...).
Pues sí, aparte de los problemas que conllevará en el futuro este aumento de endeudamiento, que lo pagaremos entre todos los españoles en un futuro no muy lejano, además para ir abriendo el estómago, no se le ocurre otra cosa que hacer ir pagando poco a poco la falta de fondos a los fumadores. Son los nuevos "yonkis" del siglo XXI, un fumador no se merece nada pues ellos son los que se provocan los problemas, este es el pensamiento que ha surgido desde años atrás y se ha agravado, al menos en España, con la ley antitabaco (en realidad veo bien que no se fume en espacios no permitidos) que ya no solo trata sobre donde se puede fumar y donde no, sino que ha llevado mediante alienación a ponerse a la población (fumadora y no fumadora) contra el tabaco, contra la capacidad de elegir, y sobre todo y ante todo contra los fumadores.
Hasta ahí la primera parte de esta triste farsa, de esta casi cómica tragedia (pues los momentos actuales se aliena a la gente a base de la alarma) pero la farsa sigue, no termina ahí la cosa. Despues de esta gran idea de Zapatero (que cruz le ha caido a España con esto de lo políticamente correcto, del buen talante...) vienen las grandes ideas de las empresas tabacaleras, efectivamente, usted si es fumador lo sabra, pero además del aumento de impuestos del tabaco, no se les ocurre otra cosa a esos empresarios que subir el tabaco. Ha subido cualquier tipo de tabaco, el tabaco picado, las cajetillas de cigarros... Maravilloso, por si no tuvieramos bastante con el Gobierno, ahora nuestros propios proveedores nos lo suben. Y el pobre estanquero, que lo que le gana a una cajetilla de tabaco es misero, no sabe ya si dedicarse exclusivamente a echar loterías y primitivas porque esto del tabaco cada vez lo tiene mas negro (tanto como un ducados para los pulmones).
¡Ay! ya pronto se prohibirá el tabaco, y los fumadores echaremos de menos su aroma, los no fumadores se alegraran, y el gobierno dejara de ingresarse dinero extra a costa de los fumadores.¡Ay!
- Vaya ellobo, parece que este tema te llega de verdad, no sabía que tenías esa necesidad y esa adoración al tabaco. ¿Será el tabaco lo único que te convierta de fiero lobo estepario a lobezno recién nacido y llorón?
-No seás tan alarmista ni judas, ni lo necesito (ya he dicho que no era empedernido a la hora de fumar) ni lo adoro. Es más, quizás esto se deba a la concepción creada en los últimos años de los fumadores, pero odio el tabaco, su metodología de ventas, su capacidad de captación, su artificios de retención... Sin embargo, respondiendo a tu afilada pregunta, si me parece alarmante el que no dejemos decidir a las personas que hacen con su vida, si desean fumar o no fumar ( a pesar de todos los problemas que conlleva, que son cuantiosos y graves) nadie se lo ha preguntado a la persona, y por supuesto y por último, eso ya me hace rasgarme las vestiduras y arrancarme los pelos de la barba, es el hecho de que como vemos a los fumadores como culpables de su propia desgracia, dejemos y hagamos que ellos seán los que en parte paguen la crisis.
Ya intentaron eliminar otras "drogas", y no lo consiguieron, creo, que en estos temas y sin que sirva de precedente en esta plebe tan manejable, las personas no dejan o no quieren que un gobierno les imponga el que pueden, deben y quieren tomar. Siguiente capítulo de esta farsa será el alcohol, tambien acabarán prohibiéndolo.
Una bonita frase para terminar, tomen notas los gobernantes:
"Vinum bonum laetificat cor hominis"
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